¡Hola a todos y especialmente, todas! Soy Marta y hoy vamos a tratar el tema de entrenar en el embarazo. Así que, si estás embarazada y dudas sobre si deberías seguir entrenando, déjame decirte algo desde mi propia experiencia como entrenadora personal… y como futura mamá: el embarazo no es una pausa, es una etapa de adaptación. Y sí, se puede entrenar, disfrutar y cuidar del cuerpo en este momento tan único.
Muchas veces escuchamos frases como “mejor no moverse mucho” o “no hagas esfuerzo, que estás embarazada”, pero la realidad es que el ejercicio bien guiado durante el embarazo es seguro, saludable y muy recomendable, salvo indicación médica en contra.
¿Por qué entrenar embarazada?
Porque tu cuerpo está cambiando y necesita mantenerse fuerte, móvil, flexible y activo. El entrenamiento adecuado puede ayudarte a:
– Prevenir dolores de espalda y molestias articulares
– Mejorar la postura y la respiración
– Dormir mejor
– Controlar el aumento de peso
– Reducir el riesgo de diabetes gestacional
– Preparar tu cuerpo para el parto y el postparto
Y lo más importante: te conecta contigo misma y con tu bebé de una forma muy especial.
¿Qué tipo de ejercicio es recomendable?
Dependerá de cada embarazo, pero en general, si te sientes bien y tu médico lo aprueba, puedes seguir entrenando con:
– Ejercicios de fuerza adaptada (sin impacto y controlando cargas)
– Trabajo de suelo pélvico y core profundo
– Movilidad articular y estiramientos
– Caminatas, natación o bicicleta estática
– Respiración consciente y control postural
Eso sí: no es momento de batir récords ni de empezar rutinas nuevas de alta intensidad si no entrenabas antes. Escucha a tu cuerpo. Tu energía, tus sensaciones y tu respiración son tus mejores guías.
Entrenar es cuidarte (y cuidar)
Como entrenadora embarazada, no solo sigo en movimiento: mi cuerpo me pide moverse, pero con más conciencia que nunca. Entrenar me ayuda a conectar con mi fuerza, a sentirme capaz y a acompañar todos los cambios con amor.
Y eso es lo que quiero transmitirte: no temas moverte, no tengas miedo a seguir entrenando. Busca acompañamiento profesional, adapta, reduce si hace falta, pero no pares por miedo o desconocimiento.
Estás creando vida, y tu cuerpo es sabio y fuerte. Dale lo que necesita: movimiento, descanso y confianza en sí mismo.
¡Si te animas a empezar, estoy aquí para acompañarte!