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FIDGETING. Beneficios de ser inquieto.

¡Hola a todos y todas! Soy Marta y hoy os vengo a hablar sobre el fidgeting, una palabra inglesa que probablemente no conozcáis pero que una vez explicada, entenderéis perfectamente a qué me refiero.

Fidget es una de esas palabras inglesas sin traducción directa en nuestra lengua y se refiere a los movimientos repetitivos y generalmente inconscientes que hacemos por nervios o aburrimiento como por ejemplo mover las piernas, jugar con el lápiz, cambiar constantemente de postura…

¡Hasta hace poco se despreciaba este tipo de actividad espontánea, sin embargo, estudios recientes demuestran que es más importante de lo que se pensaba!

A continuación te explicaré por qué realizamos esta actividad y cómo podemos aprovecharlos para perder más grasa y mejorar nuestra salud.

¿Por qué hacemos «fidgeting»?

Estos movimientos involuntarios parecen tener una doble función: psicológica y fisiológica.

Por el lado psicológico, podrían ayudarnos a regular nuestra atención. Tendemos a movernos más cuando nos aburrimos o nos desconcentramos, precisamente porque el fidgeting parece ser una estrategia inconsciente que nos ayuda a mantener la atención. Esos movimientos constantes parecen calmar a nuestro ansioso cerebro, permitiéndole concentrarse mejor. 

Pasando a las explicaciones fisiológicas, el fidgeting podría jugar un papel importante en el famoso adipostato, cuya misión es mantener nuestro peso en un nivel adecuado. Cuando recortamos la ingesta calórica este adipostato hace que reduzcamos nuestro gasto energético.

Este mecanismo, en el neolítico, se trataba de una estrategia de supervivencia perfecta cuando la comida escaseaba, pero por desgracia hoy en día se trata de un gran obstáculo a la hora de perder peso.

Pero esto no queda aquí, el adipostato también actúa en sentido contrario (aunque con menos fuerza). Al comer más, nuestro cuerpo intenta gastar más, evitando un exceso de acumulación de grasa y una de las estrategias que utiliza para elevar el gasto energético es este tipo de actividad involuntaria. El motivo es que sus cuerpos intentaron defenderse del sobrepeso elevando el fidgeting inconsciente.

Es sorprendente que movimientos de tan baja intensidad puedan tener un impacto real ¿verdad? La explicación es que este tipo de actividad puede contribuir de manera relevante al NEAT (Non- Exercise Activity Thermogenesis) que en esta entrada del blog te explico de qué se trata.

https://www.penalba8ep.es/como-perder-peso-sin-darte-cuenta/

Tiene sentido, por tanto, hacer énfasis en aumentarlo.

Así mismo, sabemos que multitud de estudios asocian pasar más tiempo sentado a mayor riesgo de hasta 34 trastornos, incluyendo enfermedad cardiovascular, problemas metabólicos, trombosis o trastornos neurodegenerativos entre otros.

Sin embargo, no importa solo el tiempo que pasamos sentados, sino también cómo lo hacemos. El clásico tembleque de piernas mientras estamos sentados mitiga, por ejemplo, la disfunción endotelial y eleva la oxidación de grasa.

Por ello, ¿qué estrategias podemos seguir para elevar el fidgeting?

Primero, las malas noticias. Tu tendencia a hacer fidgeting depende en gran medida de tu genética, lo cual es lógico si entendemos que es un proceso en gran medida inconsciente. Por suerte, podemos convertir en consciente parte de este movimiento, incluyéndolo en nuestro día a día. Veamos algunas ideas.

  • Mueve las piernas 

Mientras trabajas, mueve las piernas con frecuencia. Mover las piernas un minuto cada cuatro minutos es suficiente para ver una mejoría clara en la función endotelial.

Existen dispositivos específicos que favorecen este movimiento, y han demostrado elevar el gasto energético. Sin embargo, es suficiente con apoyarte en el suelo.

  • Tensa la musculatura

Cada cierto tiempo, contrae la musculatura abdominal o de los glúteos, ya que, además de fortalecer estos músculos, quemarás algunas calorías adicionales y puedes usar esta estrategia mientras trabajas o conduces.

También es una buena manera de tensar la musculatura usar una silla sin respaldo, pues aumentará el gasto energético y te obligará a cambiar de postura con más frecuencia.

  • Trabaja de pie (algunas horas)

Trabajar unas horas de pie eleva por sí mismo el gasto calórico, y facilita además el fidgeting. De manera inconsciente cambiamos más de postura cuando estamos de pie.

En resumen, desde pequeños nos enseñan a estar quietos y en silencio. Nuestro cuerpo, sin embargo, requiere movimiento. Incluir más fidgeting en nuestras vidas puede ayudarnos a mantener nuestro peso y a mejorar nuestra salud. Aprovecha el poder de ser un poco inquieto.

 

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